Carlos Eduardo

Vuelo

 

De esa forma moriré,

 

alejado de la bandada,

 

conociendo el día y la hora,

 

que mi presencia o ausencia sea indistinta,

 

sólo una hoja caída en otoño

 

sin cielo ni infierno,

 

como si no hubiese existido.

 

 

Todo lo mío habrían sido sueños.