Vivíamos en el mismo barrio
cerca el uno del otro
lo que hacia inevitable
que nos viéramos a diario.
Llevados por la cercanía,
aunados por el cariño
fuimos compañeros de juego
y aventuras desde niños,
En la adolescencia
conoció mis noviecitas
sabia que me gustaba.
flirtear con ellas
¡Jamás me reprochaba!
salvo en alguna ocasión
cuando la dejaba, por una cita
o por otra especial razón.
Un día me sorprendió,
al encontrarme
sus manos, tomaron las mías
Y en punta de pies,
acerco sus labios a los míos
con la intención de besarme.
Aunque desconcertado,
fascinado la besé.
Fue el beso más dulce
que di y recibí en mi vida,
tanto que hoy lo atesoro,
como mi primer beso de amor.
¡Cómo cambió nuestra relación!,
fue maravilloso, inusitado
descubrimos al unísono,
que nuestro amor se escondía
tras el muro de la amistad,
y sin avisos ni preámbulos
nos sorprendió, como el sol
en día nublado.
¿Cuánto duró? ¿Qué importa?
fue pura ternura y armonía,
vivido con intensa pasión,
como se escuchan,
las bellas melodías
que nacen del corazón.
No sé por qué razón
una tarde, se marchó
dejando el nido vacío.
solo recuerdo, aún herido,
que fue, a la que más, he querido