Fantasmal solitario de ventanas
de febo en la pared de aquella usina,
su luz labra una triste marquesina
de abandono en la paz de las mañanas.
Presiento el funeral por las campanas
con que el tiempo impasible te asesina.
Hoy se agrieta tu piel en cada esquina
si el viento arremolina sus pavanas.
Un cortejo de sombras la despide
grabando en las paredes agrietadas
el final de su vida productiva.
Cuando a Cronos tu fábrica le pide
compasión por las horas agotadas
el despacha a la Parca: \"carta viva\".