José Luis Barrientos León

19 de abril 1930, Ven cuando quieras.

 

Ven cuando quieras,

Te hemos estado esperando,

desde el día que partiste,

ha sido como estar de pie en el muelle,

a la espera del barco entre la niebla y la sombras,

como escuchar tu voz traída por el viento,

sin saber de dónde viene,

pero está ahí cargada de recuerdos.

 

Me gustaría poder mirarte y decirte,

¡te he estado esperando en los atardeceres desolados!

como si no hubiese pasado nada,

sin acumular pasado en los recuerdos,

sin evocaciones ni nostalgias,

tan solo con el deseo,

de que juntos emprendamos un nuevo viaje,

leamos un nuevo libro,

o que simplemente nos sentemos en el suelo,

a mirar las palomas o soñar con nuevas rosas.

 

No sé si vendrás,

si algún día el espíritu,

tendrá la capacidad de materializar las esperanzas,

pero yo te continuaré esperando,

en las noches frías del invierno,

en la casa abandonada,

donde las hojas de papel se han ido enmoheciendo,

esperando nuevos trazos,

contemplando el amor que se añeja con la lejanía.

 

Alguien se atreve a decirme que estás muerto

Alguien preferiría aceptar que has muerto

Pero déjame decirte que hay alguien que te vio partir de paseo

De viaje por el mar constante, sobre olas, entre gaviotas

sobre las luces centelleantes de la noche insondable

viajando con la brisa fugitiva que acaricia los árboles.

 

Alguien te ve volar sobre alas de mariposas,

alguien que estuvo ahí sin expresar despedidas,

que mira el espacio vacío y determina tus amores.

Ven cuando quieras, o continua en tu espera,

que yo llegaré un día y te abrazaré de nuevo