Te apareces y se alegra mi pupila,
Cuando ausente, mi alma se entristece,
Y es que es tanto el amor que se me crece,
Que la miel en mis letras se destila.
Me amanece un pensamiento con destino,
Que me lleva hasta el respaldo de tu cama,
Se me escapa un suspiro desde el alma
Cuando veo tu cuerpo desvestido.
Y se inquietan mis manos tan traviesas,
Y mi piel siente anhelos de sentirte
Y me nace adorarte con más fuerza.
Anochece y el pensar de todo el día,
Cristaliza mis ansias... y mi estirpe,
Hace gala de alcanzar tu anatomía.
Ah, que hermoso es saberte siempre mía.
(VOZ DE TRUENO)