¡Eres linda y sensual!
con la fuerza de volar como un guardabarranco.
Tus pechos desgarrados son como el Concepción y el Maderas.
Fluyes siempre en el San Juan, ríes a carcajadas
te quedas somnolienta con el petricor.
A veces murmullas,
lloras y extrañas aquella canción de cuna.
Renuevas tus energías en el San Cristóbal,
Estás triste. Lo sé.
Tus entrañas se inflaman,
Tu corazón se ensancha,
Al ver esos ojos llenos de ternura,
Que refractan un corazón límpido.