Cuando te amaba te pensaba, te soñaba, te quería, te buscaba, te anhelaba en mi cama para hacerte mío, eras mi todo, mi vida, mi cielo y mi razón de vivir. ¡Eras hermoso, Amor!
Ahora no te pienso, no te quiero, no te busco, no te sueño, no te anhelo, y no te amo, aprendí a olvidarte desde que aquella noche fría que te fuiste…
Alicia Pérez Hernández ...México
No es la pluma la que escribe, es el alma.
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