Soy el invierno
que ya hace unas semanas
dejaste atrás.
Y aquí quedé,
con mis vestidos blancos
y despidiéndote.
Tú me dejaste
para ir con alegría
hasta otras tierras.
Allí te esperan
sonrisas de las gentes
y de los niños.
Cielos azules
con campos muy sedientos
para labrar.
Hay muchos labios
que entonan rogativas
al más allá.
Pero otros piden
que no venga la lluvia
por el momento.
Nada te digo,
preciosa primavera,
te toca a ti.
Tú sabes bien,
(y ofreces cada día,)
lo que hay que dar.
Luz y ternura,,
alegres coloridos,
con que soñar.
Y mientras tanto,
atrás me quedo y duermo,
hasta otro año.
\"Soy el invierno,
preciosa primavera,
ahora es tu turno\".
Rafael Sánchez Ortega ©
10/04/23