La constancia del guerrero
determina las leyes elementales
La inercia, el espacio tiempo
Las cosas son como salen
Y nadie entiende nada nunca
La desnudez del aire, la yuvia
en su esencial pureza, el diamante
que contiene ardiente tanta sangre
Al final volvemos nuestros pasos
Señala destino el sueño en el ocaso
Desfayecen los rayos cansinos
Los rumbos opuestos son uno
en el camino, cuando oscuro
se abre el crepúsculo, vencido