Pregunto yo a los dioses, con aires de osadía:
¿De donde vino el verso, como nació la idea;
y quien le dio a los bardos la luz de hermosa tea,
que ofrece con su acorde divina melodía?
¿Que cielo nos regala, de amor la sinfonía,
que tiene de paloma susurro que aletea?
¡Haciendo de su arrullo magnífica corchea
que ofrece con su acorde la Santa Poesía!
¿Acaso del Olimpo vinieron los poetas,
trayendo con sus lira gorjeos celestiales,
que llenan nuestras almas de mágicos colores?
¿O son de las estrellas románticos ascetas,
que traen el regalo de los divinos griales
repletos de ambrosía, de dulces soñadores?
Autor: Aníbal Rodríguez.