Kinmaya

Niño Ojos de Lluvia

En un sin fín de rostros indelelebles,
la lluvia resbala fresca y urbana,
la tarde se agota en los cuerpos,
muchedumbre chapoteando los pasos.

Caricias de brisa fresca de otoño,
urgando en arbolados paisajes,
aves de canto sereno al unísono,
fluyen en cada rincón del sauce.

Callejuelas de lagunas como espejos,
verdes mares de jardínes multicolor,
la vida asomando en tierra mojada,
gentiles las ramas que lo abrazan todo.

Luz de gris cielo con su melancolía,
descansa de su andar cayendo lento,
el viento ha llevarse la bruma rebelde,
silvando los últimos resabios calmos.

Letanía de algunos transeuntes olvidados,
lejanías y encuentros de amores furtivos,
vida de colores y grises en lienzo agua,
el niño ojos de lluvia, gira...solo gira.