Te entrego todo lo que imagino
el oro del arcoiris multicolor;
la cima que escalo con dolor
el rocío de amor que no domino.
A cambio, al olvido me arrojas
entre aguas turbias de ansiedades
se enrarecen con tempestades;
y tú, ni miras ni te sonrojas.
Deliro recreando tu bella figura
en los atardeceres del ocaso
dibujo con las nubes tu dulzura.
Estoico espero sin motivo
encontrar agua en el desierto
hasta el sol conoce mi destino.