Raul Gonzaga

Una excelsa aventura irradiante de amor

Ángel bello, divino, siempre cerca de mí,
una excelsa aventura irradiante de amor,
manantial cristalino, albo y fino fulgor,
un perenne suspiro que de pronto perdí;

ese anhelo profundo, celestial frenesí,
celestial y supremo, un tan dulce sabor,
ambrosía divina, dulce y tibio calor
tú me diste la vida y yo todo te di;

vivirás para siempre eres cálido Edén
ese aliento divino, un regalo de Dios;
tú serás siempre mía te llevaré yo también

como un algo tan mío do no existe el dos,
la dorada corona que decora mi sien
fue ese fruto ganado por mi intensa pasión..