Anna vino de Rusia a conocer América
Nos encontramos en una frontera al sur
y no fue una simple casualidad
Ella no viaja sola
Ella nunca está sola
aunque deambule con su mochila
por los recovecos del mundo
y pida aventones para continuar
Yo le dije que había leído a Dostoievski
y pensé en decirle
que había llorado desconsolado
viendo la película Octubre
de Sergei y Aleksandrov
Sin embargo
le hablé discretamente de otras lecturas
El Gorrión Rojo voló imperceptible
y sin aspavientos en la conversación
No alcancé a contarle nada
sobre nuestras propias protestas
o el derrumbamiento de nuestras estatuas
solo pude decirle bienvenida a Suramérica
y me quedé con su mirada
grabada en mi pupila
Alexander Elías2023
#poemascortos
#escribirparasanar