“Todo pasa y todo queda”
nos dice Antonio en sus versos
pero nosotros “pasamos”
tumbados en la cuneta,
pasamos de la conciencia
que nos susurra al oído
que hemos de ser más humanos,
más felices, más unidos,
que hemos de cuidar la tierra,
los mares y los caminos
que nos llevan a un futuro
más solidario y más limpio
y no seguir los atajos
que nos vuelcan al abismo,
pasamos de los consejos
de sabios y pensadores,
de filósofos brillantes
certeros y visionarios
que “saben porque no beben
el vino de las tabernas”,
de poetas que pretenden
despertar nuestras conciencias
pero encendemos “la tele”
y nos tragamos su mierda
brindamos con sus brebajes
y nos fumamos su hierba.
“Tanto sufrir para morirse uno”
brama Miguel en sus versos
pero nosotros seguimos
balando hacia el matadero,
condenando a nuestros hijos
al hambre, al frio y al miedo;
mientras los pastores cuentan
sus rentas y dividendos
los matarifes afilan
sus cuchillos y escarpelos,
que hasta los huesos encuentran
quienes pagan un buen precio,
esto es lo que hemos logrado;
un rebaño de borregos
que pasta, bala y otorga
preso del hambre y del miedo
“Hambre de pan y horizontes”
¡HAMBRE!