Diego Nicolás García Contreras

Gehena

-Me dijo-, cuando te ví te encontré raro,

Y claro, si vengo desde el infierno -dije tranquilo

Ella abrió sus ojos e hizo un gesto que pasó de incredulidad a interés

Abrió ojos como para memorizar lo que vendría después...

Sus pupilas se dilataron cuando encontró mi resplandor...

El brillo del recuerdo aterrador apareciendo en mis ojos...

Ella se sonrojó y al momento le dije.

Mis venas están pagando la propina con intereses por las veces que pude perder la vida...

El basural más caliente descomponiéndose y recomponiendose en una burbuja eterna...

Descomposición de la pasión que vuelve adictos a los locos, un trozo de cielo en un pétalo sudado...

Un sabor embriagador de algunos momentos...

Hasta que vuelves a la supervivencia...

Para no caer en las profundidades del gehena...

Y quemar tu carne...

O lo que es peor,

Perder tu alma...

No le dije nada de lo anterior pero solo mi mirada posada en su ojo, supo entender que era un tipo peligroso.