La mujer para el hombre, pasión pura:
canción, poesía, literatura.
El hombre para la mujer, destreza:
sentimiento de amor y de tristeza.
Hombre y mujer, torrentes de consuelo;
almas que cohíben bajo el mismo cielo.
Hiere el amor lo mismo que al dinero,
toda la envidia y el sueño postrero.
—Entonces, señora ¿qué pasará?
Mi amor es por ella, y ella no está.
El amor es Dios: —me dijo— no es ella.
Amor y amar: dos cosas, una estrella.
Es luz inefable, antorcha de vida
y motivo e inocencia consentida.
—Sin ella, yo no sé vivir, pues lloro,
porque yo la quiero, yo sí la adoro.
—No caigas en espinas, señorito,
pues, aprende a querer poco a poquito.
El amor hace llorar y reír.
El amor es la forma de sentir.
—Señora, yo sin ella, pues difiero,
yo por ella vivo y por ella muero.
Samuel Dixon