Canta, grillo, al fin del sol
y a la muerte de la tierra
elegías de lunares
sobre el filo de una estrella.
Grillo, que cortas el aire
como si fuera de seda
la textura de la noche
al compás de tus tijeras.
Grillo, que engrillas el alma
del silencio y la tristeza
de alfiler, de clavo ardiente,
como mordisco en la niebla.
Canta grillo, canta ahora
con tu canto que atraviesa
los perfiles de la aurora
para llevarte mi pena.