Veo rostros curtidos de frío rencor,
con máscaras de sutil ternura;
bellos y de sublime hermosura
sonrisa nivea y fino humor.
Gélidas e impasibles miradas
se pierden en cada horizonte
sin apuntar al sur o al norte
con pasos lentos o zancadas.
Veo rostros reales y veraces
que caminan con firmes pasos
con claras metas sin disfraces.
Rostros cálidos como el Verano
que deslumbran con propio brillo
sin adulaciones y dan la mano.