Hasta la creación te cela, mi amor,
con sus árboles, sus flores y su mar,
pues tu belleza es digna de admiración
y no hay nada en el mundo que se le pueda comparar.
El sol mismo se sonroja ante tu resplandor,
y las estrellas suspiran por ti en la noche,
la luna se viste de plata para hacerte honor
y el viento susurra tu nombre en su derroche.
Los pájaros cantan para alegrar tus días,
y las olas del mar te traen su dulce canción,
todo en la naturaleza es un tributo a tu alegría
y su perfección te rinde total devoción.
Cada pétalo de rosa que florece
es un reflejo de tu belleza sin igual,
cada hoja de otoño que se desvanece
es una señal de que el mundo es mejor con tu presencia.
Así que nunca dudes de tu valor,
mi amor, pues hasta la creación se rinde ante ti,
y yo, tu enamorado poeta, te admiro con fervor
y te amaré por siempre, hasta el fin de mi existir
.