Hoy, cuando daba todo por perdido;
cuando ya estaba escrito el testamento,
tus ojos cambian mi destino.
No necesité ver nada más;
pues en ellos encontré
Lo que no había visto:
un corazón, un alma, una palabra,
un beso, una caricia y un suspiro;
El llanto, la risa,
Desvelarse por un motivo