Lucy Quaglia

Sentada, siempre sentada

Sentada, siempre sentada
esperando conocer
las cosas extraordinarias
que podría yo entender
mientras espero encantada
por el momento oportuno
cuando te pueda besar
sin que lo vea ninguno.
Misterios que enloquecían
mi vida de cada día
cuando estudiaba materias
allá en mis años de chica
en la escuela secundaria
buscando encontrar la cima
del conocimiento humano
todo el tiempo que vivía.
Ahora que estoy tan vieja
me acuerdo de aquellos días
sin pensar hacia el futuro
que enfrente mío se abría.