Aún recuerdo sus arómas,
sus formas, sus puertas, sus risas,
Eses de perro, chiles quemados, rusticos imaginarios,
Duele saber que no es, que esta languideciente y ensordecida.
Congelada en otro espacio;recostada en una caja.
Maquillada: labios purpura y sombras incoloras,
Con silutas que ya no son visibles,
Con gestos que no dicen nada,
tranquila, serena, tacita,intima... ya no es ni un adjetivo.
Con amigos invisibles y ese aróma de extrañeza que ya no esta.
Estoy en un panteón donde la entrada no tiene puerta,
ella murio, y yo muero con ella
solo que muero de forma distinta,
todavía respiro.
No esta, no parece estar.
En este lugar ya solo hay recuerdos,
Y canciones lapidarias, de una fiesta tremula en la que no quiero estar,
emprendio el vuelo sin alas y sin tiempo y sola.
Ojalá y regrese, para no morir.