Sabe el árbol de su fruto
sabe la tierra de la brisa de los mares
existen relaciones que priman en su \"sí, acepto\"
conocemos el sabor de las heridas
recobramos un sueño que creímos perdido
Y de tanto imaginar
de tanto compeler al pensamiento
las murallas se hicieron hologramas
y ahora nos exponen una vida
una vida con potencia
Toda la concreción venida
todos los rasgos que vimos
que tocamos
están unidos en un nuevo corazón
en una nueva entrega que parece la primera
Entonces la pregunta que espera
somos capaces
el valor de vivir se hace supremo
encarnamos un poco de alegría
Seamos felices cuatro horas al día
cuatro horas que no son
seamos felices en nuestras manos
en una caricia que no vemos venir
seamos felices por puro merecimiento
Existe una voz que nos sugiere ser sordos
que nos invita a aprender a callar
a alimentar una ceguera
y evitar las miradas de incomprendible orgullo