Diana Alvarado

ÉL

Su voz hizo sonreír al sol, combina su camisa con zapatos de charol. Su mirada me ilumina el día, y su rostro me da alegría. Sus palabras se llevan mi amargura, cuando habla me llena de ternura. Las aves envidian su cantar, hacen más que admirar, él empieza a danzar y yo lo quiero ver, lo quiero escuchar. Con un susurro opacó al viento, ya no hay palabras que describan mis pensamientos, al verlo tan hermoso, tan preciso y tan perfecto. No podré olvidar este momento.