Desde mi distancia…contemplo su lejanía,
desde mi silencio…percibo un leve latido…
como efímero suspiro…
cual escuálido respiro,
que se expande inexorable…con el silbido del viento.
Su tristeza se ve tan similar a la mía,
desencajada y cansada…
se agazapa de la angustia…
con una ansiedad perturbada…
que ha desplazado a la alegría,
y hoy desfallece en el crepúsculo.
Su nostalgia entumecida…
cabizbaja y desconsolada,
a la par de mi aflicción…
hasta parece la misma,
como las tétricas tinieblas…de una noche fría.
Sus penas…
sus penas desordenadas…
van vestidas de melancolía,
pero disimuladas de sensatez…
tratando con hipocresía…
de esconder su desalmada apatía.
Su soledad deshabitada…
cubierta de enormes vacíos…
con colosales desiertos,
donde anidan añoranzas, que hace tiempo, ya no significan nada.
Sus sentimientos como los míos…
impotentes y contradictorios,
a veces impulsivos y vehementes,
ardientes y pasionales…
y otras, destemplados y negados,
en una dualidad inconsecuente y peligrosa…
que va malgastando las opciones,
que va extinguiendo los intentos,
y derrochando las ilusiones,
va rompiendo los corazones.
Desde mi distancia…contemplo su lejanía,
desde mi soledad…advierto su soledad aún herida,
con su nostalgia extrañando a mi melancolía…
y su tristeza…tan semejante a las penas mías…
en esta irreflexiva ausencia compartida.