Agitados rosales blancos…
y trigales en movimiento constante,
desde la lumbrera de mi albergue…
se miran detrás del cristal…mi pasado y mi presente,
desnudos de frente en mi flotante silencio gris.
Aletargado sol…de velado resplandor…
con menguado fulgor,
nubarrones de oscuro color,
paramo ligero para empezar,
electrizante ocaso…
de rojo amarillento y negro contrastante,
brisa fragante con olor a ciprés,
sendero estéril sin atajos,
camino de cascajos en el andar.
Soplan vientos de tempestad,
y asecha una secuencia de truenos…
de estrepitoso escándalo,
en el ruidoso escenario de los días…
de esta inclemencia sin control.
Se abruma de contradicciones el cielo,
se satura de languidez…
y desata la pertinaz tormenta…
en otra tarde de diluvio…
con su cascada de llanto…
y un destello de relámpagos inagotables…
que cunden de incertidumbre la ciudad.
Lúgubre panorama de abril…
de cambiante humor,
irritable e inconstante,
irascible y temperamental,
con olor a tierra mojada…
y un sabor amargo a soledad total.
Otra tarde pasional…
de sentimientos guardados bajo la sombra,
sin sol,
esperando escampe el temporal…
Otra tarde pasional…