Guhes

Contra respuesta.

Un pecado mortal,

es no tenerte,

no poderte admirar,

aquí, de frente.

 

Tu voz suena con el viento

de la noche y el día.

Al ver las estrellas sempiternas,

me atrapa la melancolía.

 

Y el sentimiento pasa lento,

del amor a la alegría,

luego monta el tiempo,

cabalgando hacia la utopía.

 

Buscando tus cabellos dorados

para iluminar la penumbra,

tu cuerpo almibarado,

mis ojos deslumbra.