Eres cada bonita cosa que me pasa.
Cada bonita cosa que existe en la noche,
cada palabra trágica que te envuelve
en medio de la hoguera que te sorprende
convierte tu alma inocente en indecente.
Este amor que aveces me entristece
me convierte en sal pero a la vez en miel
envolviéndome en una profunda incertidumbre
en donde no puedo dejar de quererte.
Muy en el fondo de esta alma trágica y sollozante
hay un amor sincero que te martiriza,
te desvela en las noches
haciendo caer tu espada en tierra.
Hubo un momento no muy lejano
en el que tu escudo se volvió nada
rindiéndose con decoro
ante la imposición de mi bandera.
La belleza del cielo nocturno,
acompañado del reflejo de la luna
nos involucra en este oscuro abismo
que se ve evidenciado en tu sombra.
Tu mirada manifiesta inocencia y ternura
me conduce al acantilado,
enviándome a una muerte segura
y deshaciendo mi fría alma.