Dicen que tuve una vida desenfrenada, que me vivía la vida entre alcohol y quien sabe, chicos también.
Dicen que me arriesgaba a perderlo todo por cosas que no me sumaban, que era rebelde, que tenía grandes alas y que a pesar de todo, no frenaba mis horizontes.
Dicen, que era una cualquiera, que hacía lo que quería, sin importar nada.
Más esto nunca fue verdad, acepto la rebeldía, pero no todo lo demás. Dios sabe las noches llenas de soledad que pasé conmigo misma, alejada de todos, de la humanidad.
Me alejaba a mi misma, porque así me criaron, me mantuvieron oculta hasta que aquellas manos me tocaron. Y ahora dicen que es mi culpa, que es lo que yo pedía...
No recuerdo casi nada, pero se que una niña no pediría tales cosas.
Me encerré aún más, con miedo a ser lastimada, no conocen mi historia y dicen que siempre lleve una vida desenfrenada.
¿Alguien me escuchará alguna vez?
¿Se tomaría la molestia de escuchar la verdadera historia?
De mi historia, mi mundo, mi realidad...
Me juzgan, sin conocer que sólo crecí en un mundo azul, sin a nadie conocer.
Que tan sólo fui una niña que deseaba encontrar los colores, y ahora, sólo odia todo aquello que no es semejante al negro.
A la oscuridad de mi ser...
Quizá estoy sucia, pero jamás fui así, y desearía que me escucharan; ahora ya nada puedo hacer...
- Mel