De cuclillas,
sobre el borde de dos elementos,
cazados mis pies desnudos,
refrescados por la espuma efervescente
de filtradas olas;
mi mente,
relajada respira
de la órbita de unos espacios
provistos de inspirada
e incesante innovación.
Mi mente desenvuelve regalos
que en el oficio de la brisa y su salitre
aparecen con la brevedad de un soplo,
y perduran en las sensaciones;
mi mente simplemente, acomoda ideas.
Aquí, en la mansitud,
la diminuta amplitud de mi esencia
serena cuentas pendientes,
sujeto los jirones acogidos en mi mano,
deshojo voluntades,
como pétalos asidos a mi ser
en la ternura de un te quiero.....
o en la amargura de un ya no te amo.
Aquí y ahora, aclaro los segundos,
me desentiendo de horas, días y minutos
al purificarlos,
con un compuesto vitamínico,
en la solvencia integradora del universo.
Mis dedos,
se acurrucan en un manto de luminiscencia,
se enredan a propósito
en la mineralidad de las algas
y desprendo la humedad y el calor
que en mi filtra y se prende.
Descuido el apriete de mi puño
y desaliñado aparece,
se desliza,
el ocre de unos filamentos
tan de apariencia reales
que parecen ficticios.
Se parten ya las agujas
que pinchan, indican
y erróneamente señalan,
la vida y la muerte se casan,
se aceptan,
se entrelazan.
Se deshincha el surealismo pictórico
en el reposo hallado
en esta paz,
en la pequeñez de esta cala.
Caen abatidas la temporalidad
y la distancia.
Por la nimiez de espacio habido
entre mi índice y mi corazón....
mi pensamiento y mi razón,
mi meñique y mi anular.....
mi alma y mi emoción.
En este instante soy,
una rendija aceitada (de una suavidad silenciosa).
Estoy....por un descuido del vocablo,
como llave colgada
en el paño de la puerta,
ésta, que cerrada,
con un golpeteo alentador del aire....
va y se abre.
Dejando pasar intrascendentemente
la adolescencia del tiempo
confinada como granos
en la palma de mi mano,
desperdigado en su transhumancia,
siendo hebras de arena.