Ramiro Escudero

CÍRCULO VICIOSO

Las flores que nunca he dado se marchitan en los rincones de esta casa. Rincones que murmuran los detalles de una ausencia. Ausencia que marca sus pasos en este suelo de cristal. Un cristal empañado a causa de unas incansables lágrimas, lágrimas que recorren caminos sin destino.

Destinado a deambular sin esperanzas en los bolsillos, divagando entre actos ilusorios iluminados por mi sol. Sol regador de expectativas aguardadas en cada flor, flores que afirman el deseo, y creo, en aquello que ilumina mis ojos junto a todo el fuego brotando del pecho con cada latido. 

Decidido encamino a tu puerta, con cada paso todo se nubla, se vuelven finitas las palabras y luego todo acaba. Acaba junto a esas flores que nunca he dado, marchitándose en los rincones de esta casa.