Productos del goce profundo,
en la ensoñación
los sueños depositan un manjar cada jornada,
eres un emperador, un sultán cada jornada,
con las frutas y el néctar de la ambrosía.
No importa lo que ocurra en África o en Asia,
en América del Sur, en lo remoto,
el gas hace y deshace con la pluma del deseo,
los peces se agotan,
y el océano contiene fantasías.
El pensamiento maravilloso conserva los peces,
los colores, sabores.
Una célula, la memoria, bastan
para saciar a una cultura.
Estoy harto del adoctrinamiento del fósil,
de la doctrina del gas.
Somalia pierde la salud y el alimento,
pero tiene sueños.
Quien se mira al espejo
puede ver la transparencia de la enajenación,
pero tiene sueños.
Los gases no tienen límites ni fronteras,
pero tienen infinitas tristezas bajo las estrellas.
Los sueños viven de otros sueños,
son sueños antropofágicos.
Saturno devorando a su hijo (1819-1823) de Francisco de Goya.