Raul Gonzaga

La vida, laberinto sin bondad

Por amor, solitario seguiré,
en la eterna búsqueda de verdad,
tal vez entre inmensa soledad,
sin temor al final caminaré;

no imagino siquiera qué hallaré,
en este laberinto sin bondad,
acaso más dolor, realidad
de fantasmas, de sombras veré;

abismo de la nada quedará,
tan solo ese deseo de seguir
sólo un triste sendero que se va

consumiendo muy lento al vivir:
la vana fantasía que pasará
como polvo en el viento de ese fin...