Carlos Ojeda

Recuérdate.

Recuérdate.

 

Que quien dices

que soy,

que quien deje de ser,

o….seré.

Solo recuérdate,

de esa brisa cálida

que encendía tu piel,

era solo mi aliento.

A punta de besos,

erizaba tu alma.

Recuerda, que

del amor al olvido,

del pasado al presente,

por qué pensarlo

se habrá tenido que vencer

la voluntad….primero.

Nadie se aleja

de lo que se quiere,

nadie se procura

un anticipo de soledad

para compartirlo.

Así, tú jardín,

no se regó.

Se marchitó la ilusión

la esperanza y la flor,

te digo.

No se encontró

quien cuide

lo que sé sabe, ajeno,

lo que se sabe perdido.

Pronto,

la primavera pasará

la frescura de la flor

dejará de ser

un verano más

nos envolverá en otro sueño.

               Amor mío.