Recuérdate.
Que quien dices
que soy,
que quien deje de ser,
o….seré.
Solo recuérdate,
de esa brisa cálida
que encendía tu piel,
era solo mi aliento.
A punta de besos,
erizaba tu alma.
Recuerda, que
del amor al olvido,
del pasado al presente,
por qué pensarlo
se habrá tenido que vencer
la voluntad….primero.
Nadie se aleja
de lo que se quiere,
nadie se procura
un anticipo de soledad
para compartirlo.
Así, tú jardín,
no se regó.
Se marchitó la ilusión
la esperanza y la flor,
te digo.
No se encontró
quien cuide
lo que sé sabe, ajeno,
lo que se sabe perdido.
Pronto,
la primavera pasará
la frescura de la flor
dejará de ser
un verano más
nos envolverá en otro sueño.
Amor mío.