Me entra pereza
y quiero que me ayudes
a superarla.
Dime qué hago
y cómo pongo en marcha
a mis sentidos.
¿Debo mirarte?
¿seguirte en el camino?
¿guardar silencio...?
No sé qué hacer.
Las dudas me atormentan.
Dudo de todo.
Será más fácil
si escucho tu palabra
con un consejo.
Estoy seguro,
así que no demores
y dime algo.
Ven con tu risa,
tus ojos de gacela
que me enamoran.
Despertaré
y volveré a la vida
para seguirte.
Porque sin duda
se animará mi alma
cuando te vea.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/04/23