Confesión de amor
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Besaré tu alma silvestre
a la tarde más hermosa
como perfumada rosa
que adorna el mundo terrestre.
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Con mi latido campestre
seré rocío y alborada
para tu boca rosada,
también seré mar y espuma
que a tu cintura embaluma
de humedad y marejada.
Este querer me rebasa,
me deja siempre añorando
tus besos y refrenando
la pasión que me traspasa.
.
Y mientras el tiempo pasa,
te deseo cada instante,
y deseo ser tu amante,
el príncipe de tus sueños,
el que con dulces empeños
se muestra ante ti galante.
.
Te confieso mi cariño,
el que es sublime y sincero,
como un lobo me exaspero
y te añoro como un niño.
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Sueño que a tu piel me ciño
al crepúsculo latente
y que bebo de la fuente
que emana de tu corazón,
que acudes a mi pasión
enamorada y sonriente.