Aquel jilguero gris que te cantaba
Desdeña irreverente mi presencia
Y aquella luna blanca por tu ausencia
Me culpa con recelo en la mirada
Aquel viejo arcoíris que alumbraba
Desangra de colores mi existencia
En blanco y negro yace si te piensa
El sol aquel que tu calor me daba
Regrésame al paisaje de tu arrullo
Que la intemperie apaga mis latidos
Perdóname!, que el valle entre cantíos
Aun siente sollozando los cocuyos
Por este corazón que ya no es mío
Por este corazón que es todo tuyo
Gerardo Villalobos