Te pregunto si me quieres
pues no me lo dices nunca
-¿Cómo no voy a quererte?-
contestas encabronado
si soporto tus manías
tus fobias y tus complejos,
si no te parto la cara
cuando te pasas el tiempo
fregando, limpiando mierda
que solo existe en tu mente
cuando me sigues de cerca
buscándome algún defecto
que a pesar de tus pesquisas
aun no me hayas descubierto.
-Pues entonces, amor mío-
Yo debería adorarte
porque eres un tío guarro
un pasota y un marrano
que llevas más mierda encima
que el palo de un gallinero
que hueles a sobaquina
que bebes como un cosaco;
inútil en la cocina
en la casa y en el lecho
que roncas como como un becerro
cuando te tiro lo tejos.
Quizás aun te soporto
Como aun hijo burrigordo
Pero ¡a ver si te espabilas!
o te pateo el mondongo.
SHEMIRRAMIS