jesus alberto porras

Mi ser no despierta

 

Los labios tocaban el lienzo aperlado
se estremecía en el susurro

Las palabras cortantes

la sordera de tu corazón No escucho las lágrimas

La alegría duerme
Y la sonrisa enterrada
Cómo el puñal de tu lengua envenenada

El poeta cantor de Romeo y Julieta duerme

sangra el alma de un atardecer sin amor

Crece la maleza ahogando el amor

Mi mano tiembla con el pincel

La lámpara no brilla

Pero el sonido es silencio

el caminar lento

Sueño de un seductor que entrego su vida al escribir poesía de amor