Los labios tocaban el lienzo aperlado
se estremecía en el susurro
Las palabras cortantes
la sordera de tu corazón No escucho las lágrimas
La alegría duerme
Y la sonrisa enterrada
Cómo el puñal de tu lengua envenenada
El poeta cantor de Romeo y Julieta duerme
sangra el alma de un atardecer sin amor
Crece la maleza ahogando el amor
Mi mano tiembla con el pincel
La lámpara no brilla
Pero el sonido es silencio
el caminar lento
Sueño de un seductor que entrego su vida al escribir poesía de amor