Un hombre cansado de andar y andar, subir y bajar, caer cada vez mas hondo, que quiere soñar sin dejar de vivir y vivir sin dejar de soñar.
En el momento que los ángeles lloren a todos sus santos caídos de mi pecho escapara el palpitar de un corazón herido, gastado en años que no he vivido pero sediento de las emociones que puedo robarte.
Justo es pensar que todos los caminos llegan a alguna parte y que siempre hay un sendero correcto pero tú eres mi vicio, eres mi círculo vicioso, pero no todos los vicios han de ser malos.
Beberé de tus labios el dulce veneno de tus palabras, tu lengua estilete húmedo de carnales deseos que brotan hacia mi piel será mi ancla hasta tu boca, mientras que mis manos rosan tus suaves contornos, cálido y helados. Justo ahí en ese pequeño espacio que siendo tan insustancial será nuestro propio país de las maravilla y si te atreves a ser mi Alicia yo seré tu Sombrerero Loco.
Y ahora mi niña toxica mientras el cielo esta gris y derrama sobre el mundo su suaves murmullos te distraeré de tu vida y te incluiré en la mía por algunas horas, mientas el reloj lo permita serás mía, y a pesar de que en secreto ha de ser, mi voluntad se ira contigo cuando esta noche parta de nuevo a mi vida de siempre y deje a la mitad este cuento de hadas que construimos juntos, pero no te angusties, siempre habrá un mañana, siempre nos veremos otra vez, y mientras mi pluma tenga tinta seguiremos escribiendo esta fantasía.