Llegaste como un sol resplandeciente iluminando mi vida, llenandola de un color especial que solo se aprecia con el cristal de una mirada dulce y limpia.
Llegaste para llenarme de paz, de esa paz que se respira cuando estas junto a la persona esperada, junto al gran amor de tu vida.
Llegaste una mañana con esa mirada dulce y enigmática que me desnuda el alma, susurrando cual brisa matinal un "te amo, eres tu el amor de mi vida".
Llegaste un día y te quedaste en mi corazón, este corazón frágil cual cristal que hoy pongo en tus manos para que lo guardes en el mar hermoso de tu amor.