Al viento que, en el culo, se agazapa
queriendo dar su nota pestilente.
Que, a veces es traidor, otras patente
y, siempre inoportuno, va y escapa.
Bufido putrefacto que te atrapa...
¡Qué angustia cuando sales estridente!
¡Gran cirio cuando vienes con presente
manchando el calzoncillo tu gualdrapa!
Hermano del mojón y la diarrea
que acunas a las moscas con tu aliento,
me llega tu perfume, aunque no vea
de quién proviene el hálito que siento...
¡Seguro que de aquél, el que se mea
y aprieta su malar con sufrimiento!