Bajo el ardiente sol de julio, una bella doncella se protege sin conseguirlo, con desmayada mirada, intenta localizar algo para resguardarse.
Prestamente su nani le acerca lo que ella desea, una delicada sombrilla de fino encaje, sofocada aún y perdiendo el resuello, pide algo para poder refrescarse.
Un ácida y fresca bebida, le es servida, ávida de ello, se la bebe sin muchos miramientos, algo que su nani no aprueba, una doncella no debe comportarse así a pesar de los pesares.
Ya repuesta del mal trance, puede volver a concentrarse en su lectura, algo de lo que ella disfruta enormemente, es una adicta a las novelas de misterio.
Quien pudiera adentrarse en ellas por unos instantes, verse envuelto en casos de robos y asesinatos, poderlos resolver, al igual que realiza el protagonista, correr algunos peligros, arriesgarse y vivir aventuras.
Deseos escondidos, de ninguna manera compartidos, ella no ha nacido para adentrarse en semejantes vivencias, su destino es otro, uno que ya le trazaron al nacer, convertirse el día de mañana en toda una reina.
(KANET)