Mañana cuando despierte,
daré gracias al Creador por la vida,
caminaré de la mano con la alegría.
No tendré excusas ni imposibles,
no habrá para mí barreras ni límites.
Viviré cada minuto, cada segundo,
como si fuese mi último día;
en este absurdo mundo.
Amaré sin reservas
ni condiciones,
perdonaré sin vacilar,
sin inhibiciones.
Serviré a la causa
sin ningún interés.
serviré de día,
serviré de noche,
y hasta el amanecer.
Gritaré a los cuatro vientos mi dicha,
lloraré en silencio mi desdicha.
Mañana cuando el alba pinte el cielo,
mañana cuándo se despierte el sol.
Mirándote a los ojos diré:
Te quiero.
A tu oído susurraré,
buenos días mi amor.