Vuelvo a deslizarme…
como la lluvia en el cristal,
como la tarde al ocaso del día,
como la fruta madura se rasga
de la rama que ya no precisa.
Vuelvo a creer…
en tus promesas maceradas en miel,
en caricias que hoy son de papel,
en tu mirada, aunque no es
la que abriga mi ser.
Vuelvo a morir...
en el silencio que grita el vacío dormido,
en esa voz que ya no habla a mi oído,
en la tristeza de ver, que aun estando,
hace tiempo te has ido.
Vuelvo a caer…
en este pozo profundo y tan frío,
en este mar de agonía y olvido
en que perece el amor que sentimos,
vuelvo a vivir…