Siempre estarás en mi recuerdo,
no podía imaginar que me importabas
hasta el día en que te alejas de mi vida.
Creo que intenté quererte
de la manera más sincera posible,
sabiendo que no querías
escuchar esa palabra.
Desde el principio, lo tuve muy
claro y no quería nada más que
estar a tu lado, la pasábamos
tan bien juntos.
Con el paso del tiempo
me di cuenta de que estaba
sintiendo algo muy fuerte
que yo no entendía, cuando lo
percibiste tomaste la decisión
de irte.
Te extraño mucho,
¡ni te imaginas!
El tiempo no se detiene y cada vez
escucho menos de ti.
Recuerdos que mantienen este
sentimiento vivo,
día tras día pasan y no estás
aquí conmigo.
Recuerdos que han quedado
vivos muy dentro de mí,
esperando verte de nuevo.
No puedo olvidar cuando algo
salía mal, culpabas a la luna y
cuando la luz del sol descubría
tu tierna sonrisa, me reía de ti.
El último recuerdo que guardo
fue en un triste y frío aeropuerto,
que nunca se borrará de mi mente.
Recuerdo un beso ligero,
un abrazo fuerte y me resultó muy
difícil dejarte ir.
Ese recuerdo que conservo de ti,
será suficiente para
recordarte
para siempre.