Vivo es un aislamiento baldío
que sólo en mi interior encuentra vida…
y en esas luces frecuentes que dan brillo
al aire que respiro.
Los tiempos son estepas que se elongan
y en soledad abruman, entre esos lapsos
de luces y brillos que consuelan.
Hay momentos en que el tiempo se detiene
y otros en que es muy apresurado.
Se detiene mientras llega lo que es luz
y mucho se apresura cuando esa voz
en suavidad me nombra…
Cuando esa mirada se detiene en mí
y son instantes las horas que acompañan.
Rara soledad la mía que simula estarlo
y con esas luces que en lo justo la acompañan.
Es como si esa oquedad fuese necesaria
para resaltar presencias, voz que me pronuncia,
miradas que me miran…
No es tan baldío mi vivir, ni en mi interior
ni en tantas consolaciones que me rondan.
De mi libro “De mis últimas letras”. 2020 ISBN 978-729-540-5