NUNCA HABLARÉ MAL DE ELLA
Si, ese soy yo, un ser como cualquiera,
el cual amó a una mujer, sinceramente,
todo acabó, y no es porque lo quiera,
ella tan solo dijo ¡basta!, simplemente.
No guardo rencor por aquella decisión,
si no era feliz, entiendo sus acciones,
la absurda monotonía nublo mi visión,
justificó calladamente sus reacciones.
Admiro su paciencia ante la costumbre,
a una mujer se le enamora día y noche,
es demasiado tarde, y está pesadumbre,
tendré que soportarla, sin ningún reproche.
La hice feliz, hasta donde ella lo permitió,
no pudimos estar juntos por la eternidad,
ante todas mis desavenencias, solo dimitió,
y tan sólo decirlo, denota mi emotividad.
Ni hoy ni nunca, hablaré mal de ella,
le agradezco su paso por mi existencia,
ahora es tan lejana, como una estrella,
aunque dejo en mi alma, algo de su esencia.
\"Llora mi corazón, aunque sonría por fuera,
pero mi gratitud por ella, no dejaré que muera\".
DFV
\"Arquitecto en la realidad, poeta en la clandestinidad\"
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Bogotá (Colombia)