Pilar Luna

ROGATIVAS

Arcángeles cautivos

desfilan en la alborada

bajo el purpúreo manto

de gemidos estériles.

En un ruego callado

los hombres, taciturnos,

arrastran sus pasos.

Su pecho cerrado,

en una plegaria

envuelve su espíritu

de oscuros presagios.

 

Inmutable,

la marchita alameda

alumbra el camino.

Los nidos vacíos.

La mies sin grano.

Los ojos al cielo.

... Sólo agua.